CONOCERNOS
ES TIEMPO DE
EL PODER DEL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO
"Solo aprendemos de manera efectiva aquello que nos motiva, nos inspira y nos sirve de ejemplo"
¿QUIÉN SOY
Mi nombre es Pablo Bayerque, nací en la ciudad de Tandil en 1985, donde pasé mi infancia y realicé mis estudios primarios y secundarios. A temprana edad, ingresé al Ejército Argentino, no por vocación, sino por necesidad. Pero muchas veces, es en los momentos de incertidumbre donde las decisiones que tomamos pueden cambiar el rumbo de nuestra vida.
Cuando decidí unirme al Ejército, lo hice en busca de un trabajo, algo pasajero, una estabilidad temporal. Sin embargo, lo que encontré fue mucho más que eso: la vida militar me cautivó. Me impactó la disciplina, el uniforme, la parada militar, el no renunciamiento, el cumplimiento estricto de órdenes, el orden cerrado y la responsabilidad de portar armas en defensa de la patria. Fue en ese entorno donde descubrí mi verdadera pasión y donde empecé a forjar el carácter que hoy me define. Esta convicción me llevó a continuar mis estudios en el Colegio Militar de la Nación y a desarrollar mi carrera como oficial del Arma de Caballería.
Actualmente, soy Capitán del Ejército Argentino y cuento con la siguiente formación:
Aptitud de Tropa de Montaña – Cóndor Plateado
Instructor Militar de Andinismo
Instructor Militar de Esquí
Curso Básico y Avanzado de Exploración
A lo largo de mi carrera, tuve el honor de servir en distintas unidades:
Regimiento de Caballería de Exploración de Montaña 15, Campo Los Andes, Mendoza.
Liceo Militar General Belgrano, como profesor militar y oficial instructor.
Regimiento de Caballería de Exploración de Montaña 4, San Martín de los Andes, donde fui Jefe del Escuadrón de Exploración A.
Regimiento de Granaderos a Caballo “General San Martín”.
Actualmente, formo parte del Departamento de Comunicación Institucional de la Secretaría General del Ejército.




MÁS ALLÁ DEL EJÉRCITO
Si bien mi formación militar me brindó bases sólidas, descubrí que podía impactar e inspirar más allá de los cuarteles. Hace un tiempo decidí compartir mi historia en redes sociales, enfocándome en cuatro pilares fundamentales: familia, entrenamiento físico, valores y desarrollo personal. Con el tiempo, este mensaje trascendió y me permitió influir en miles de personas que buscan mejorar su vida a través de la disciplina y la mentalidad correcta.
Esta experiencia me llevó a crear Mentalidad de Alto Impacto, un programa diseñado para transformar hábitos y potenciar el rendimiento personal a través de tres pilares esenciales:
Entrenamiento físico, combinando fuerza y resistencia.
Alimentación, con principios básicos para mejorar el rendimiento y la energía.
Desarrollo personal, con libros y herramientas para fortalecer la mentalidad.
Mi objetivo con este mindset es establecer las bases para que vos también puedas evolucionar, crecer y lograr cada meta que te propongas.
Además de ser militar y creador de contenido, soy padre de familia. Estoy casado y tengo dos maravillosos hijos, Ignacio y Connie, quienes son mi mayor motivación para seguir avanzando y dejando huella en cada paso que doy.
Enfrenta a la montaña
En mis años como soldado de montaña aprendí una verdad que nunca se olvida:
A la montaña no se la subestima. Se la respeta, se la transita con preparación física, conocimiento técnico y humildad. Porque la montaña es desafiante de manera permanente, y puede convertirse en un lugar letal si alguien la enfrenta con soberbia o improvisación.

En el terreno, nosotros teníamos siempre presente algo esencial: al combate contra un enemigo se le suma la lucha contra la propia naturaleza. Y esa es la pura verdad. Adentrarse en la montaña es encontrarse con un enemigo silencioso: el frío, la roca, el hielo, la altura. Si no tenés preparación, cada paso se transforma en un riesgo de vida.
Por eso mi formación fue constante. Tuve el honor de ser Jefe del Escuadrón de Exploración Motorizado “A” en San Martín de los Andes, de conducir secciones de montaña en Campo de los Andes, y de capacitarme en la Escuela Militar de Montaña, donde realicé los cursos de andinismo, instructor de andinismo e instructor de esquí. En su entrada, un lema te recibe y te marca para siempre: “Que tu alumno te supere”.
La montaña me enseñó paciencia, resistencia y humildad. Me unió a mis camaradas en la dureza del frío, en la satisfacción de cada cumbre conquistada y en la certeza de que no hay gloria sin esfuerzo.
Porque al final, la montaña nos une. Nos une en la disciplina, en el compañerismo y en la pasión de sabernos capaces de transitarla, conocerla y vivirla.
Mi pasión por el Trail
La batalla híbrida del cuerpo y la mente
Si el Trail me enseñó a respetar la montaña, la Hybrid Race me mostró que la verdadera resistencia está en combinar fuerza, velocidad y estrategia en un solo campo de batalla.
Es, hasta hoy, la única competencia híbrida en la Argentina. Un desafío que une lo mejor del running con la potencia del entrenamiento funcional. Correr, remar, empujar trineos, saltar, levantar peso, desplazarse con cargas… todo en un mismo recorrido, sin pausas y sin margen de error.
En la primera edición, me animé a este formato desconocido en dupla mixta junto a Valentina Werlen. Fue un aprendizaje brutal: el corazón al límite, los músculos en llamas, la cabeza debiendo decidir cuándo acelerar y cuándo regular. Descubrí que en este terreno la clave no es solo la fuerza física, sino la confianza en tu compañero y la capacidad de complementarse.
En la segunda edición, formé dupla masculina con mi primo Rodrigo, con quien compartimos no solo sangre sino también la misma mentalidad de hierro. Juntos entrenamos como si fuera una misión militar: sincronizados, disciplinados y con la convicción de no dejarnos vencer por el cansancio. Y entendimos que la Hybrid Race es mucho más que un deporte: es una escuela de carácter.
Porque acá, como en la vida, la fuerza sin estrategia no alcanza, y la estrategia sin acción tampoco sirve. La Hybrid Race exige versatilidad, paciencia y coraje, exactamente los mismos valores que llevo de mi vida en el Ejército.
Hoy, después de haber participado en dos ediciones, sé que cada carrera híbrida es un espejo de lo que enseño y practico a diario: disciplina, resiliencia y mentalidad de alto impacto. Y esta historia recién empieza.


Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.
- Albert Einstein